De Colección de
retazos
Jesús Baldovinos
Romero
Las moscas
Una mosca en tu
cara es molesto, centenares de ellas… Y aunque no puedas percibir el aroma que
despiden, de solo pensar los lugares donde se posan sus minúsculas patas, con
las cuales te hacen cosquillas, es de dar asco: las comidas podridas, las
basuras apiladas en las esquinas de las aceras, el festín compartido en los
basureros, encima de las placentas, fetos y demás basura hospitalaria que nunca
fue procesada adecuadamente, o en las heces de los canales en alguna colonia
populosa, de esa adonde no llegan los servicios y donde en vez de pavimento, en
el medio de la calle un canal de desagüe de todas las casas cumple la tarea
procreadora de fermentar sus huevecillos y donde el hervidero de sus larvas es
cosa de todos los días. Su casi imperceptible zumbido penetra tanto que después
de varias horas continuas escuchándolo, se empieza a gestar una especie de
locura que inicia con una sensación de náusea. Una de ellas, sobre la piel,
pareciera hacer cosquillas, pero de aquellas de las que no tienes ganas de
recibir, que no te causan placer, y por
el contrario, te enfadan con rapidez;
están, de manera incisiva, encima de ti apenas si las has espantado, de tal
manera que por mil esfuerzos que hagas ella se marcharán sólo hasta que se
cansen, se aburran o de plano les dé su regalada gana. Cuando esa sensación
se multiplica por centenares, aquella incipiente náusea se torna una especie de
locura, causando tal desesperación que te impulsa a salir corriendo y si aun
así te persiguieran o se adhirieran a tu piel, desearías la muerte; sus
pequeños hocicos parecen penetrarte causando una ligera cosquilla y con ella
extrayéndote tu sangre, tu aire, tu lucidez., y sobre todo sentirlas en la
lengua o en la cavidad de tu boca que pareciera aspirar el aire circundante
como si eso fuera a espantarlas, y luego cuando suben a tus ojos, y cuando
todas ellas, en un misterioso himno se conjuran en tu rostro convirtiéndote en
una masa oscura que pareciera lanzar manotazos con tal de quitárselas de
encima, deseas que todo explote y se acabe y esas malditas moscas dejen de
danzar en tu cuerpo de una vez por todas. Pero quizás lo más aterrador es que
no puedes hacer nada, y más, saber que no puedes hacer nada porque sabes que tú
ya estás muerto.
¿Tiempos de escepticismo?
Él, el más
escéptico de los escépticos y sólo por juego, leyó el horóscopo en el diario
del cafetín: “Fuertes cambios en su mapa de creencias. Prepárese para un
acontecimiento que le impactará la vida”.
Él, el más
escéptico de los escépticos, se dio cuenta que sus esquemas habían cambiado, y
que aquella lista de signos y significados, de la cual antes hiciera mofa y de
la que durante toda su vida había desconfiado, había cambiado, justo cuando
abrió la puerta para lanzarse a la calle y tropezar con aquel individuo que le
descargó su arma para llevarse los únicos veinte pesos que llevaba en su
bolsillo.
JESÚS
BALDOVINOS ROMERO
Maestro de nivel medio superior y psicólogo. Fundador
del taller literario Rayuela, La Nopalera ediciones, Sueño Colectivo y el Encuentro
Literario Pacífico-Lázaro Cárdenas y dentro de éste, el Encuentro Literario
Infantil. Como teatrero fundó y dirigió Teatreros del Puerto, Experimental Escénica La Diabla y
Gente rara; coordinador del Taller de teatro de la Casa de la Cultura «José Vasconcelos».
Fundador y conductor de programas radiofónicos (Punto de Apoyo y Alebrijes) y
director de la revista Bitácora cultural.
Ha colaborado en diversos medios impresos locales y
estatales; fundador y director de La
Talacha, primer suplemento cultural porteño, siguiéndole Rompecabezas. Co-coordinador del
complemento cultural Liber. Ha publicado en revistas como Molino
de letras, Papalotzi, Letras en rebeldía, Clarimonda, Revés, Letras de cambio, Cronopios,
Argot Aisthesis, Narrativas, entre otras.
Ha publicado varios cuadernillos literarios de poesía
y cuento; en 2005
publica Recuentos, donde reúne su
obra cuentística de 1994 a
2004. Ha sido incluido en varia antologías de encuentros literarios así como en
Los nombres y las letras. Muestra de la poesía
contemporánea en Michoacán, 1965-2007 y Excéntricos
olvidados de la Secum. En 2011 fue incluido en Turbulencia dosmilonce,
Memoria de los atunes y Dulces batallas que nos animan la noche.
Autor de la instalación Insomnios; ha realizado varias
muestras fotográficas individuales y colectivas. Ha impartido talleres de
creación literaria, fotografía, artes plásticas y teatro.
Actualmente es Director general y tallerista de Sueño
Colectivo; imparte teatro, literatura e iniciación artística en Casa de la Cultura
José Vasconcelos y maestro de iniciación artística en el JDN Expropiación
petrolera. Director fundador de la revista de fotografía InTemporalidades,
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